Diciembre de 2014

Teníamos  ganas de visitar una  ciudad europea en fechas navideñas y como Rafa y Estrella querían visitar  Bruselas nos pusimos de acuerdo y con tiempo lo preparamos para poder coger buenos precios en vuelos y hotel. Han sido cuatro días muy intensos porque aunque Bruselas no es un ciudad muy grande siempre hay mucho que patear y ver. Uno de estos días nos fuimos a Brujas, una ciudad de cuento que en Navidad es aun mas bonita.

Recién salidos de la estación y camino del hotel lo primero fue comprar unos cartuchos de las famosas patatas fritas que estaban buenísimas.

Un gran ambiente navideño, muchísimos edificios adornados e iluminados, así como todas las calles del centro. Hay varios mercadillos de navidad, con muchos puestos de comida de todo tipo, desde las patatas fritas o gofres a otros de mariscos, ostras, quesos, cocina recién hecha, cava, buenos vinos o buenas cervezas belgas de grifo etc. y por supuesto el vino caliente no falta en ninguno de ellos

  

El espectáculo de música y luces en la Gran Plaza es algo increíble.  Un juego de luces y color en todos los edificios que circundan la plaza, deja boquiabiertos a todos los que la visitan en ese momento.

La Gran Plaza es Patrimonio Mundial de la Unesco. Hay una pagina que antes de ir, lei, y que es super detallada. Aqui dejo el enlace LALAVIAJERA

El día siguiente de la llegada un tour por la periferia de Bruselas. Tomamos el metro a primera hora de la mañana  (por cierto es caro, pues el trayecto cuesta 2,10 euros y si es ida y vuelta 4 euros. Compramos un bono de 10 trayectos por 14 euros para los 4) con dirección al Atomium y alrededores, donde se encuentra el Ossgempark un precioso bosque.

Después de visitar el Atomiun y la zona, tomamos el metro atravesando Bruselas al extremo opuesto para visitar el Parque del Cincuentenario y el impresionante Arco del triunfo

Desde aqui nos fuimos a la zona del Parlamento Europeo que esta cerca. Como no encontrábamos un sitio para comer entramos en un super y preparamos un picnic improvisado con unos buenos sandwich y una botellita de vino que tomamos al solecito en la puerta de la Comisión Europea.

Ya  con el cuerpo recompuesto con los bocatas y el vino nos fuimos a dar un buen paseo por la zona del Parlamento Europeo.

 

 Muro de Berlin y Monumento al Euro a las puertas del edificio de la Unión Europea

Ya entrando la tarde noche decidimos volver andando hacia el centro de Bruselas, y pasar por la zona de palacios y hacer la entrada desde lo alto de la ciudad donde se divisa una vista preciosa de la misma Por supuesto por el camino un buen gofre para los dulceros.

Y llegando al centro, directos a la cerveceria Delirium Tremens, el templo de la cerveza y quizá la mejor cervecería del mundo, donde las hay de todo el planeta. Pero las mejores sin duda las belgas como la  propia Delirium  o  Chimay. Fué visita de culto cada día.

El centro de Bruselas no es muy grande por lo que se puede visitar tranquilamente en un dia. Empezamos por la Gran Plaza, y después a la Plaza de España y de ahi a la catedral de San Miguel y Santa Gúdula, que efectivamente como dicen tiene un cierto parecido a Notre Dame de Paris.

A mediodia al mercadillo navideño junto a la plaza de Santa Catherine que esta encabezada por una impresionante noria.

 

El famoso Manneken Pis

Una visita a continuación a la plaza de España que presiden los imponentes Don Quijote y Sancho Panza y a la catedra de San Miguel y Santa Gúdula de Bruselas.

Don Quijote a la conquista del Ayuntamiento de Bruselas con su imponente torre.

Catedral de Bruselas con un gran parecido a la catedral de Notre Dame de Paris

  

Después de patear un poco la ciudad nos fuimos al  mercado navideño de Place Ste. Catherine

El último día, después de desayunar directos a la estación a tomar el tren a Brujas. Es una ciudad pequeña rodeada por un canal con unos puentes preciosos. Una ciudad encantadora  de casas bajas o pequeños edificios muy bien conservados. El centro historico con su inmensa Plaza Mayor es una gozada.

Se nos pasó visitar la Madonna de Brujas, única escultura de Miguel Angel fuera de Italia, que tanto Napoleón como después los nazis robaron y que nuevamente pudo ser devuelta. Con esto tengo una excusa para volver.

De regreso a Bruselas ya de noche, un paseo por la lujosa  galería  Saint Humbert y la Rue de Bouchers que es la zona de restaurantes,  antes de entrar a cenar en Chez Leon los típicos mejillones con patatas.

Al día siguiente ya regreso para Málaga, se acabó  el corto e intenso viaje a Bélgica.

Una curiosidad de Bruselas es que por toda la ciudad hay murales de cómics, creo que mas de 50 todos bien integrados entre sus edificios. Tintín fue creado por Hergé que era belga y hay tiendas museo dedicadas en exclusiva a Tintin.

Hacer un circuito para ver todos los murales de la ciudad, será otro motivo para volver.

Y por supuesto siendo el país del chocolate, tanto Bruselas como Brujas estan llenas de tiendas con delicias de todo tipo. Aqui dejo una pequeña muestra de mis instantáneas.